Esta semana en el sitio web del Olive Health Information Service
La newsletter de la Universidad de Navarra y el COI dedicada a la salud
Artículo 1
La dieta mediterránea, un patrón alimenticio tradicional de los países ribereños del mar Mediterráneo, es conocida por su énfasis en las frutas, las verduras, las legumbres, los cereales integrales y, especialmente, el aceite de oliva como principal fuente de grasas. En esta edición, exploramos las investigaciones más recientes que relacionan este patrón alimenticio con la salud ósea y la reducción del riesgo de enfermedades autoinmunes.
Las fracturas de cadera son un problema de salud importante, especialmente entre los adultos mayores. Investigaciones prometedoras sugieren que adoptar la dieta mediterránea puede ofrecer un enfoque delicioso y eficaz para proteger la salud ósea. Una reciente revisión sistemática y metaanálisis examinó la relación entre la adherencia a la dieta mediterránea y el riesgo de fractura de cadera en adultos, basándose en datos de 15 estudios de cohortes en los que participaron más de 500 000 personas. Los resultados son convincentes: tanto la adherencia alta como la moderada a la dieta mediterránea se asociaron con un riesgo significativamente menor de fractura de cadera, del 29 % y el 22 %, respectivamente. Este efecto protector se observó tanto en hombres como en mujeres. Además, el análisis encontró una relación dosis-respuesta: por cada aumento incremental en la adherencia, el riesgo de fractura de cadera se reducía aproximadamente un 5 %. Estos resultados respaldan la dieta mediterránea como una estrategia práctica para mejorar la salud ósea y reducir el riesgo de fracturas en la población general.
Más allá de su papel en la salud ósea, la dieta mediterránea también puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide (AR). Un estudio reciente examinó este posible beneficio analizando los datos de más de 117 000 participantes en el Biobanco del Reino Unido. Todos los participantes estaban inicialmente libres de AR y fueron seguidos durante unos nueve años. La adherencia a la dieta se evaluó utilizando la puntuación MEDI-LITE. Los resultados revelaron que los participantes con mayor adherencia tenían un 29 % menos de riesgo de desarrollar AR en comparación con los que tenían menor adherencia. El estudio también incluyó una revisión sistemática y un metaanálisis de seis estudios anteriores, que confirmaron que una mayor adherencia a la dieta mediterránea se asocia con una reducción del riesgo de AR del 17 %. En conjunto, estos hallazgos proporcionan pruebas sólidas de que este patrón alimentario puede desempeñar un papel clave en la prevención de la AR, lo que pone de relieve los beneficios más amplios para la salud de adoptar una dieta de estilo mediterráneo.
Artículo 2
El primer artículo que destacamos en el boletín de esta semana es una revisión narrativa de la pirámide de la dieta mediterránea, que reflexiona sobre más de tres décadas de orientación nutricional y patrimonio cultural. En el centro de este patrón alimentario se encuentra el aceite de oliva virgen extra, elogiado no solo por su sabor, sino también por sus propiedades beneficiosas para la salud. A medida que la pirámide ha evolucionado, el aceite de oliva ha mantenido su lugar, reforzando su papel cultural y nutricional esencial. Este legado nos invita a profundizar en cómo las prácticas de producción y la ciencia molecular pueden influir en la calidad y las características del aceite de oliva virgen extra actual.
En este contexto, un estudio examina cómo las diferentes condiciones de almacenamiento a corto plazo de las aceitunas —concretamente, el periodo entre la cosecha y la extracción del aceite— afectan a la calidad del aceite de oliva virgen extra. Los investigadores almacenaron las aceitunas durante un máximo de siete días en tres condiciones: temperatura ambiente, refrigeración (4 °C) y congelación (−20 °C). Descubrieron que, mientras que ciertos componentes, como los ácidos grasos, el escualeno y los fitoesteroles, se mantuvieron estables, otros atributos clave de la calidad se vieron significativamente influenciados por los métodos de almacenamiento. El almacenamiento a temperatura ambiente dio lugar a un mayor rendimiento de aceite, pero también provocó sabores indeseables, como la fermentación y el moho. La congelación dio lugar al menor rendimiento de aceite y a una pérdida significativa de compuestos beneficiosos. La refrigeración, por su parte, conservó la frescura, el color, los antioxidantes saludables y un agradable aroma «verde». Los autores concluyeron que, si las aceitunas no pueden molerse en un plazo de 24 horas, la refrigeración es la mejor opción para mantener tanto el valor nutricional como la calidad sensorial del aceite.
Un segundo estudio explora cómo determinados compuestos fenólicos de las aceitunas, conocidos por sus importantes beneficios para la salud, influyen en el amargor y el picante del aceite de oliva virgen extra, dos de sus atributos sensoriales más característicos. Los investigadores analizaron 200 muestras y las clasificaron en tres perfiles de intensidad de sabor: delicado, medio y robusto, basándose en las evaluaciones de un panel de cata. Los resultados mostraron que la cantidad total de compuestos fenólicos estaba relacionada con la intensidad tanto del amargor como del picante, pero que los fenoles individuales contribuían de forma diferente. El amargor se relacionaba principalmente con los isómeros aglicónicos de la oleuropeína y el ligstrosido, mientras que el picante se correlacionaba más fuertemente con el oleocanthal, el oleomissional y el oleokoronal. El estudio concluye que el perfil sensorial del aceite de oliva virgen extra no solo viene determinado por el contenido fenólico total, sino también por la composición específica de estos compuestos.
En conjunto, estos dos estudios arrojan luz sobre el complejo proceso que va de la aceituna al aceite. La delicada interacción entre un almacenamiento cuidadoso y los procesos bioquímicos naturales determina en última instancia el sabor, la calidad y los beneficios para la salud del aceite de oliva virgen extra.
Otros artículos mencionados esta semana en la newsletter de OHIS (en inglés):
Oliva (fruto)
Impact of short-term storage of olive fruits on the quality of virgin olive oil
Enfermedades cardiovasculares
Relationship Between Dietary Inflammatory Index, Diets, and Cardiovascular Medication
Salud cerebral y mental
Dietary Patterns and Brain Health in Middle-Aged and Older Adults: A Narrative Review
Aceite de oliva virgen extra
Phenolic Metabolism Explains Bitterness and Pungency of Extra Virgin Olive Oils
Enfermedades intestinales
Personalized Dietary Approaches to Optimizing Intestinal Microbial Health and Homeostasis
Salud mental
Diet quality and depression risk: A systematic review and meta-analysis of prospective studies
Dietas y otros
Meal timing, nutritional status and diet quality in a group of Spanish children
Mediterranean Diet and Risk of Hip Fracture: A Systematic Review and Dose-Response Meta-Analysis
Enfermedades autoinmunes
Obesidad
The Impact of Different Nutritional Approaches on Body Composition in People Living with Obesity
Salud femenina
Mortalidad
Otros artículos
Associations Between MASLD, Ultra-Processed Food and a Mediterranean Dietary Pattern in Older Adults