Esta semana en el sitio web del Olive Health Information Service
La newsletter de la Universidad de Navarra y el COI dedicada a la salud
Artículo 1
La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y aceite de oliva virgen extra, con un consumo moderado de pescado y un consumo mínimo de carne roja o procesada, sigue siendo uno de los patrones alimenticios con mayor respaldo científico para la prevención de enfermedades. Sus beneficios se reconocen ahora mucho más allá de la salud cardíaca, y nuevas investigaciones demuestran sus efectos positivos a lo largo de toda la vida, desde el desarrollo temprano hasta el envejecimiento saludable.
Un reciente ensayo clínico evaluó cómo la adherencia a la dieta mediterránea, con o sin ayuno intermitente, influía en la salud física y el bienestar de los adultos mayores. Los participantes que siguieron la dieta experimentaron notables mejoras en la función física, los niveles de energía y la calidad de vida en general. También presentaron menores índices de fragilidad y mejor salud cardíaca en comparación con los grupos de control. Cuando se combinó con el ayuno intermitente, la dieta ofreció beneficios metabólicos aún mayores, lo que sugiere que tanto la calidad de los alimentos como el horario de las comidas influyen en la resiliencia durante el envejecimiento.
Estos efectos pueden explicarse en parte por los componentes específicos de la dieta. Por ejemplo, el aceite de oliva virgen extra, un elemento central del patrón mediterráneo, ha recibido especial atención por su perfil nutricional. Es rico en grasas monoinsaturadas y compuestos naturales conocidos como polifenoles, que poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Se cree que estos compuestos favorecen la función vascular, la salud cognitiva y la integridad muscular en la vejez.
La dieta mediterránea también se ha mostrado prometedora durante el embarazo. En un estudio a largo plazo en el que participaron 2228 mujeres embarazadas, aquellas que siguieron una dieta de estilo mediterráneo enriquecida con aceite de oliva virgen extra y frutos secos tuvieron hijos con mejores resultados de salud a los seis años. En concreto, el estudio encontró menores tasas de bronquiolitis y eccema atópico en estos niños, lo que sugiere que la nutrición materna puede influir en la salud inmunológica y metabólica a largo plazo de los hijos.
En conjunto, estos hallazgos subrayan la relevancia de la dieta mediterránea en las diferentes etapas de la vida. Ya sea para favorecer un envejecimiento saludable o para promover el desarrollo en las primeras etapas de la vida, este patrón alimentario ofrece una base sólida y contrastada para mejorar la salud de la población.
Artículo 2
Nuevas pruebas científicas siguen poniendo de relieve el importante papel del aceite de oliva en la salud cardiovascular y la longevidad general. Dos estudios recientes de gran calidad —uno, una revisión sistemática y un metaanálisis de ensayos controlados aleatorios; el otro, un amplio estudio de cohorte basado en la población— refuerzan los beneficios para la salud del aceite de oliva, en particular los ricos en compuestos fenólicos.
El primero, un metaanálisis realizado por Tehrani et al., examinó los efectos de una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva sobre los biomarcadores inflamatorios. Su análisis demostró que este patrón alimentario reducía significativamente las citocinas proinflamatorias y las moléculas de adhesión solubles, elementos clave en la inflamación vascular y la aterosclerosis precoz. Estos hallazgos se suman al creciente número de pruebas que sugieren que el aceite de oliva puede aportar importantes beneficios antiinflamatorios cuando forma parte de una dieta de tipo mediterráneo.
Añadiendo una perspectiva a nivel poblacional, el Estudio Moli-sani siguió a más de 20 000 adultos italianos y descubrió que un mayor consumo de aceite de oliva se asociaba con un riesgo significativamente menor de cáncer, enfermedades cardiovasculares y mortalidad por todas las causas. Es importante destacar que estas asociaciones se mantuvieron sólidas incluso después de tener en cuenta otros factores dietéticos y de estilo de vida, lo que apunta a un papel independiente del aceite de oliva en la promoción de la salud a largo plazo y el envejecimiento saludable.
En conjunto, estos estudios ofrecen una imagen convincente, desde los mecanismos moleculares hasta los resultados en el mundo real, del aceite de oliva como piedra angular de una dieta saludable.
Otros artículos mencionados esta semana en la newsletter de OHIS (en inglés):
Oliva
Sphingolipid long chain bases as mediators of cell death in olive fruit abscission
Enfermedades cardiovasculares y mortalidad
Cerebro y salud mental
Neuroprotective Dietary Patterns and Longitudinal Changes in Cognitive Function in Older Adults
Sarcopenia y función física
Salud femenina
Impact of Mediterranean Diet Adherence in Early Pregnancy on Nausea, Vomiting, and Constipation
Mediterranean Diet and Change in Physical Function Over Time in Older Women
Cognición y edad
Salud juvenil
Cancer
Salud del hígado
Two-Year Mediterranean Diet Intervention Improves Hepatic Health in MASLD Patients.
Inflamación y cogida de peso
Fertilidad masculina
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