Esta semana en el sitio web del Olive Health Information Service
La newsletter de la Universidad de Navarra y el COI dedicada a la salud
El aceite de oliva es un componente clave de la dieta mediterránea, asociada desde hace tiempo con una mejora de la sensibilidad a la insulina. Sus beneficios se atribuyen en gran medida a los ácidos grasos monoinsaturados, en particular al ácido oleico, que favorecen la homeostasis de la glucosa y el funcionamiento de las membranas celulares. Además, los polifenoles como el hidroxitirosol, la oleuropeína y el oleocanthal pueden ayudar a modular las vías inflamatorias y reducir el estrés oxidativo, lo que podría proteger las células β pancreáticas y mejorar la acción de la insulina.
Esta semana destacamos un metaanálisis que combinó los datos de 51 ensayos clínicos en los que participaron más de 4000 adultos con factores de riesgo cardiometabólico. Los investigadores analizaron cómo diferentes cantidades de aceite de oliva afectan al control del azúcar en sangre y descubrieron que las personas que consumían entre 25 y 50 gramos al día (aproximadamente entre 2 y 4 cucharadas) obtenían mejores resultados en el HOMA-IR, un marcador de la resistencia a la insulina y un factor clave en la diabetes tipo 2.
Más allá del control de la glucosa, el aceite de oliva y la dieta mediterránea también pueden influir en el envejecimiento de nuestro organismo. El estrés oxidativo, un desequilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes, puede desencadenar inflamación y acelerar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. En este contexto, un amplio estudio transversal que utilizó datos del Biobanco del Reino Unido (46 755 participantes) exploró la relación entre la adherencia a la dieta mediterránea y el envejecimiento biológico. Una mayor adherencia a la dieta mediterránea se asoció con una reducción significativa de la aceleración de dos marcadores de envejecimiento biológico, KDM-BA y PhenoAge.
Estos hallazgos sugieren que los patrones alimentarios antiinflamatorios y antioxidantes, como la dieta mediterránea, pueden ayudar a ralentizar el envejecimiento biológico. También respaldan la idea de que la dieta mediterránea podría ser una estrategia eficaz para reducir el estrés oxidativo y la inflamación, lo que podría disminuir la carga de las enfermedades crónicas relacionadas con la edad. De cara al futuro, se necesitan ensayos controlados aleatorios bien diseñados para confirmar estas asociaciones y explorar más a fondo los efectos sinérgicos de los diversos componentes de la dieta mediterránea.
Otros artículos mencionados esta semana en la newsletter de OHIS (en inglés):
Oliva
Cancer
Olive Oil Polyphenols: A Promising Approach for Cancer Prevention and Therapy.
Diabetes
Salud cardiometabólica
Dieta mediterránea
Sugar Content of Children’s Breakfast Foods in Mediterranean Diet Patterns.
Envejecimiento
Otros temas