Esta semana en el sitio web del Olive Health Information Service
La newsletter de la Universidad de Navarra y el COI dedicada a la salud
La dieta mediterránea, con el aceite de oliva como ingrediente principal, es uno de los patrones alimenticios más estudiados. Existen pruebas sólidas que respaldan su papel en la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas. Más allá de sus reconocidos efectos cardioprotectores, investigaciones recientes destacan su impacto positivo en la salud inmunológica e inflamatoria, lo que subraya su valor en todas las etapas de la vida.
Un ejemplo es el estudio MEDALLION, que examinó la adherencia materna a esta dieta durante el embarazo y la lactancia y el posterior desarrollo de alergias en los hijos. El estudio descubrió que las madres que seguían estrictamente la dieta mediterránea durante estos periodos tenían menos probabilidades de que sus hijos desarrollaran alergias alimentarias. Estos hallazgos apuntan al potencial de la nutrición materna para reducir las alergias alimentarias infantiles, lo que subraya la importancia de un patrón alimentario saludable, como la dieta mediterránea, durante la gestación y la lactancia.
La relación entre la dieta y la inflamación también se ha confirmado en enfermedades crónicas como la artritis reumatoide. Un amplio estudio de cohorte del Biobanco del Reino Unido siguió a más de 117 000 adultos durante nueve años y descubrió que aquellos que seguían más estrictamente la dieta mediterránea tenían un 29 % menos de riesgo de desarrollar artritis reumatoide en comparación con los que la seguían menos. Un metaanálisis que combinó esta cohorte con otros cinco estudios internacionales confirmó el efecto protector, mostrando un riesgo conjunto un 16 % menor. La dieta mediterránea también se asoció con niveles más bajos de marcadores inflamatorios, como la proteína C reactiva y la interleucina-6. Cabe destacar que el aceite de oliva y las legumbres se destacaron como componentes clave relacionados con la reducción del riesgo, lo que pone de relieve el potencial antiinflamatorio de los patrones alimenticios mediterráneos y refuerza el papel del aceite de oliva como piedra angular de una dieta que favorece la salud de las articulaciones y la prevención de la inflamación.
En general, la dieta mediterránea ofrece amplios beneficios a lo largo de toda la vida, ya que reduce la inflamación y el estrés oxidativo, al tiempo que refuerza la función inmunitaria. Estos resultados justifican la promoción del enfoque mediterráneo, basado en el aceite de oliva, como una estrategia eficaz para la salud pública.
Otros artículos mencionados esta semana en la newsletter de OHIS (en inglés):
Olivas y aceite de oliva
Infancia y adolescencia
Sugar Content of Children’s Breakfast Foods in Mediterranean Diet Patterns.
Adherence trends to the Mediterranean Diet in Spanish youth: A systematic review and meta-analysis.
Salud mental
Effects of Mediterranean and Western dietary patterns on perceived stress and mental distress.
Inflamación y metabolismo
[The Mediterranean diet and fermented beverages in weight control].
Inteligencia artificial
Otros temas
Adherence to the Mediterranean Diet Across the League of Arab States: A Systematic Review.